Reflexología Podal

Reflexología Podal. La Práctica

El masaje no debe de ser doloroso, aunque el paciente puede tener sensación de frío, calor, sudor, o incluso, notar molestias en diferentes partes del cuerpo por reflejo de la zona manipulada. Estos síntomas indican que el organismo responde liberando tensiones acumuladas.

Es necesario ser muy preciso en las manipulaciones sobre los puntos del pie a tratar, por lo cual, tanto su estudio, como en gran medida, la experiencia, son básicos. Es sobre todo con la experiencia como se adquiere la sensibilidad precisa en las manos del terapeuta (las yemas de los dedos) para recibir toda la información que los pies nos proporcionan.

Una sesión de Reflexología Podal debe durar unos 45 minutos, tiempo que suele sobrepasarse cuando se realiza la terapia por primera vez. El conocimiento de los hábitos del paciente, así como su actividad laboral, alimentación y ejercicio, son informaciones necesarias para que el terapeuta indique el tiempo y la cantidad de sesiones requeridas.

Cualquier persona, sin límite de edad, puede someterse a este tipo de terapia, siendo los bebés y las personas de edad avanzada, los que responden más rápidamente a ella.

A pesar de que no existe ningún estudio científico definitivo para demostrar su eficacia, nuestros más de 30 años como profesionales de la Reflexología nos han proporcionado una visión muy amplia sobre los resultados que se pueden llegar a obtener a través de la aplicación de esta técnica. Pero sobre todo, nos han dado la absoluta certeza de que aún queda mucho por aprender.